Personal Passiones

Personal Passiones

martes, 2 de julio de 2019

Hasta que seas feliz, mi amor. Adiós.

Estoy harta de ver escenas de amor bonito, en películas, series, videos de música o de metrajes y automáticamente pensar en ti, y sentir ese vacío y tristeza inmensa de que eso no lo puedo vivir contigo. Que aunque tenga fuerte la esperanza sé en mi lado racional que jamás eso va a llegar a mí contigo. Y sé que no te interesa, de lo contrario aquí estarías. Y eso me rompe en pedazos y tengo que terminar por armarme sola para seguir funcionando.
Estoy harta de sentir demasiado real imágenes de desamor e identificarme con ello. Es horrible. Y ahorita estás en tu mundo y sé que no piensas en mí mientras yo escribo plasmándote con gotas de agua y sal brotando de mis ojos por mis mejillas. Siempre la misma rutina.

Ya debería de entender que no eres para mí, y siento que me arranco la vida, y se va el corazón de mi pecho dejando fibras de tejidos, piel y sangre, una escena muy gore; porque... te voy a dejar ir. Sé que lo he dicho antes y no cumplo. Pero a estas alturas debo hacerme a la idea que tú no me quieres cerca, te doy repele en ciertos días, y otros estás dispuesto a complacerme en la necesidad que tengo de ti, tu cercanía y tu amor. Porque en eso eres maravilloso, tienes ese lado que me enamoró y que sabes dar, cuando quiero y sabes exactamente lo que quiero sin decírtelo, eres un sueño que he tenido desde niña que se ha cumplido, y nadie más ha sabido darme. Por eso eres difícil de dejar ir, de olvidar y de resignarme a perder para siempre.
Yo no soy lo mismo para ti, de contrario seríamos muy felices juntos dándonos lo mejor por siempre.

Te amo. Pero no eres para mí y no sabes como me pesa admitirlo. Va a llegar una mujer a la que sí harás muy feliz y ella a ti. Y este infierno jamás pasará con ella, nadie tendrá que rogar ni pedir. Serás muy feliz, para mí espero llegue alguien que me haga sentir así o más que contigo. Espero. Un día.

Te doy libertad y te doy mi lejanía, mi desprendimiento y todo lo que siento. Eres libre, mi vida.
Estoy apretando tu mano mientras tú ya insistes en caminar al lado contrario al mío y yo te suelto sin querer hacerlo dejando mi mano estirada hacia ti anhelando que no te quieras ir. Pero te quieres ir, y yo no te puedo retener, no te debo retener, ni guardándote rencor, porque sería otra forma de tenerte aquí, y yo tengo que dejarte ir

Las molestias de mi parte no volverán, y ya estarás con un peso menos de encima.