Personal Passiones

Personal Passiones

viernes, 20 de agosto de 2021

Hola primer post del 2021. Te amo.


Muchas cosas han pasado... Ahora soy una versión rara, y más madura pero con esos estragos de impulsividad que al parecer jamás se me van a quitar.

Hay algo que tengo que decir aquí donde pura alma vagante pasa a deslizar sus pupilas por mis letras en este blog un poco polvoriento, donde hacía rato no le escribía mis pesares.
 

Hoy en día, ya no me importan los años de relación en amistad o familia o trabajo o lo que sea que tengo o tuve contigo; las veces que te he ayudado, que me has ayudado; que hemos compartido, que hemos vivido; el tiempo y calidad de oro.

[Porque antes tenía, por ejemplificar algo: muchos amigos, los cuales a veces hacían o decían cosas que me hacían sentir incómoda, o un rato no muy agradable, pero lo dejaba pasar, o que me aguantaba, al cabo pues, es mi amigo/a ¿no? No pasa nada; pero por el cariño y la amistad lo dejaba terminaba por ignorar.]

Hoy digo, a la chingada con todo eso.

Que bonito lo que tuvimos, sí, como en todas las historias que se forman bonitas en un inicio, tienen un desarrollo y estructura firme y potente, pero como todo ciclo donde al final la cagas, pues... ¿Qué te digo? Repito, adoro, añoro, y aprecio; sobretodo, valoro todo lo bueno, y lo positivo que surgió entre tú y yo independientemente del tipo de relación que hay, o hubo. Eso jamás lo negaré.

Pero si haces algo que sabes… sabes que no me agrada, me incomoda, me lastima, o me hiere de alguna manera y sobretodo no tienes la capacidad de notarlo; porque claro que lo notas, te das cuenta de lo que causan tus acciones, eres un ser humano pensante con cerebro. Y si aún así no haces algo para remediarlo o mínimo pedir una disculpa, tener esa atención conmigo y con mis sentimientos… para mí todo lo vivido se va directo al coño, digo, no lo elimino, eso eso imposible. Pero se guarda en mi cajita fuerte del recuerdo dentro de mi corazón donde estarás siempre junto a otras decepciones y traiciones, pero que tuvieron sus cosas lindas, por algo estarás ahí. Y tiro esa llave para no volverte a sacar.

Ni si quiera me voy a molestar en hablarte de mi sentir. Años tuve de experiencia que eso no sirve de nada, cuando la gente ogete no le gusta dialogar y hacerle ver sus acciones hirientes porque se ofenden y te voltean la situación jamás aceptando sus cagadas; jamás se logra nada, y con quienes sí, de igual manera tampoco importa, lo volverán a hacer. Lo entiendo, somos humanos, pero la empatía y la lealtad es algo que descubro no muchos comparten conmigo.

Por eso seas quien seas, te vas directo a la puta que te parió, haz tu vida como mejor te plazca jodiendo a otra gente ingenua, si te soportan eso, mejor. Quédate ahí. 

Y por mí corre y cuéntale a quien quieras que la víctima eres tú y la que jodió todo fui yo. Que tú nunca hiciste nada malo, que exagero, estoy loca y todo me lo tomo muy personal.

Yo no tengo que aguantar una mierda, y mira que yo sí sé aguantar. Si te pasas de la raya y te lo hago saber, y me dices loca ridícula sólo porque tu límite no es el mismo que el mío, ese es muy problema tuyo. Si no respetas mis límites ni mis sentimientos, vete a joder a tu puta madre entonces. ❤

Me vale un reverendo cacahuate, mira que cuando yo jamás, jamás hice nada malo me satanizaron de lo peor por mera envidia, odio, ardor, celos o qué sé yo; y tuve que soportarlo sin saber que yo sólo entregué amor, lealtad y confianza entre muchas cosas más, tristemente hasta mi dignidad, pero los "villanos" jamás se catalogaron como tal, sabiendo perfectamente la bajeza de sus actos. Anyway, allá ellos. 

Ahora tú sí hazlo con toda la razón. Habla mal de mí, pero habla de cosas que sean ciertas, y no como esas veces llorar por impotencia preguntando por qué me acusan de tanta calumnia. No, no te preocupes, esta vez motivos sí habrán.

Hazlo, habla mal de mí pero con pruebas, para poder en esta ocasión sonreír, sentir orgullo y decir: sí, ahora sí soy esa culera.

Te vas de tajo, y si te topo te saludo, tengo más clase que eso. Yo no necesito andar huyendo si sé que ciertos deshechos míos del pasado andan cerca, que pasen. Me vean, tengan el honor de hablarme y si me temen que pasen de largo.

Como ya dije en algún ocasión, yo soy muy leal. Se sabe. Jamás soy de las que traicionan primero. Pero mi lealtad nunca es incondicional, luego que no hayan quejas;  porque la hiciste, ahora te aguantas.

Monedita de oro no soy, que quede claro. Y si puedo y quiero la hago sin remordimiento ya que un lazo o un nexo que nos una ya no hay, y de tu parte fuiste quien primero tiró esa piedra. Al final no vengas a llorar.

A.