Me encanta la idea del amor. Amo la idea de relaciones estables, sanas... bonitas pues.
¿Que a quién no? A mucha gente. Que adoran el caos, el drama. Sin esa adrenalina que sólo se siente cuando el peligro se acerca, no son felices. Necesitan eso para sentirse vivos.
He vivido esas dos formas de amar. Y aunque vivo enamorada del amor, no me convence ni una, ni otra.
¿Para qué te sientes presionada viendo a las conocidas de tu edad casándose? ¿Qué otro triunfo aparte de una bonita boda, y una luna de miel exquisita que van a terminar pagando ambas cosas por un buen tiempo hay? ¿Qué otro atractivo hay aparte de la ilusión del anillo, escoger el vestido más bonito, y bailar hasta el amanecer para luego irte a consumar con tu pareja el matrimonio?
Todas esas bodas que envidias, 80% terminan mal. En divorcio y hasta demandas.
Personalmente no envidio la fase que viene luego de un tiempo donde hacen chistes misóginos deseando estar solteros de nuevo porque ya tienen "quién les pegue" si salen mucho o no llegan a dormir.
Quejarse de los hijos, y deudas. De dormir siempre a lado de alguien cuando bien que deseaban "dormir a su lado para siempre". Y ahora duermen en cada orilla dándose la espalda cuando cuchareaban lo más que podían.
Yo amo el amor. Amo estar enamorada. Hasta que dure.
Tal vez, a lo mejor, me embarque en esa aventura deseando no acabar como la mayoría de las estadísticas. Pero una cosa sí te aseguro, para nada envidio quienes ya lo hicieron. Les deseo lo mejor, claro. Pero entre más pasa tiempo. Más me gusta la libertad de poder escoger.
Y aún así poder seguir amando.
