Siento que el que me gusta sabe que me gusta, creo ser sutil y hacerme la que nada pasa por aquí; pero creo que sí se nota, güey. Y él no hace nada, ¿sabes por qué? Porque yo también le gusto, y sí, él también se hace el sutil, pero sí se nota.
Mentiría al decir que no fantaseo contigo, que al verte darle una bocanada al cigarrillo en tu mano, me hago ideas y se me prende la libido. O esas veces que tomas de tu vaso enorme de whisky y te tapas media cara asomando un ojo para voltarme a ver.
Mentiría también al negar que cada vez me vale un poquito más el querer tener cualquier excusa para tocarte o abrazarte. Y que uso como excusa el que eres mi amigo y has sido el único en saberme controlar en un ataque de ansiedad intenso para decirte que por eso ahora eres mi favorito.
Amo la tensión y la atracción que hay y que ambos fingimos que no tenemos. Me gustaría que se mantuviera así, platónico por mucho tiempo; pero también quisiera que dejaras de aguantarte las ganas de tomarme de la cintura y besarme, y de mirarme de esa manera a escondidas cuando crees que no te miro y lo haces.
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