Hoy estaría cumpliendo 3 meses de embarazo.
Pero por algo pasan las cosas. Mi bebé está mejor donde está qué a punto de llegar a una vida con un padre que no sirve.
I'm not pretending, I am trying it.
He tenido experiencias terribles. Y tú, una más a la lista ✔️.
Pero, aquí la diferencia, tal vez sea en mi edad a la que tenía en el pasado, deja una estela de madurez y aprendizaje.
Antes me arrepentía de haber caído y enamorarme de uno que otro, y hasta deseaba no haberles conocido. Contigo... contigo es diferente.
A pesar de todo, todo lo maligno en esta historia de amor y drama... no me arrepiento de caer contigo, no me arrepiento de enamorarme. Sí deseo que las cosas hayan sido muy distintas, lo malo obviamente; pero jamás desearía no haberte conocido.
A ti no.
a ti no.
Solo me estoy despidiendo bebé. Mientras agarro fuerzas para irme y no volver. No es que tu creas que me tienes a tus pies, me tenías... solamente disfruto lo último para tenerlo de recuerdo. Tú ya ganaste, pero ganaste perdiendo. Y eso te lo cedo, te lo regalo, te lo dejo.
Sabes, me gustaba fantasear contigo cuando no te veía, cuando tardabas en llegar o que mi celular sonara con tu tono de notificación y sentía esa emoción y felicidad de volver a verte y tenerte conmigo un día más.
Me gustaba pensar que piensas en mí, cuando tal vez no era así. Me gustaba imaginar que también soñabas conmigo, cuando dudo que pasara así. Me gustaba soñar despierta, pensando que te comía a besos, o que tal vez me comías a besos tú a mí sin cansarte, besar mi mano, abrazarme de mi cintura y apretarme a ti, mirar mis ojos, acariciar mis mejillas, tomarme de mi pierna al manejar, decirme que me quieres sin que lo dijera yo primero, decirme "oye te quiero ver, te extraño". Era lindo ver eso en mi mente, eres una ilusión divina.
Eras lo único bonito que pasaba por mi mente entre tanta mierda.
Y duele todo todito mi ser saber que para ti no soy merecedora de nada de eso, aún cuando siento que el castigo es más fuerte que los pecados qué sí cometí y los que me inventas.
Es una agonía saber que, me obligó a mí misma a resistir un poco más por no perderte, ¡yo no quiero estar sin ti otra vez! Y a ti te da igual, no te duele perderme a mí. (yo quiero sentir eso así como tú, todo sería tan fácil) Y Sé que eso es suficiente razón para mí, para rendirme, para irme. Sé que eso esperas, que me rinda, que me vaya. Para solo verme caminar lejos y no volver mientras tomarás el curso contrario y nuestros caminos finalmente se separen.
Le tengo un reclamo a Dios. Y es que no es justo que me haya dejado ver el cielo, sentirlo, saborearlo y no dejarme dentro.
No te quiero pensar, no, ya no. Tanto tiempo y sigues tan arraigado en la nada, cuando creo olvidarte regresas a mi mente con cualquier pretexto.
¿Por qué mi ausencia no le afecta si la de él me está matando?
Ciertamente fue un acto de valentía tremenda de mi parte el renunciar a ti cuando aún me moría por estar contigo.
Es triste y agotador que yo siempre doy el mar a quien sólo me da una gota de agua. Pero, ¿cómo voy a culpar al viento del desmadre que hizo, si fui yo quien abrió la ventana?
Hazme creer que te importa algo de mí, aunque no sea verdad.
Finge que te duele perderme, aunque en realidad sea yo la que vas a olvidar mañana como si no hubiera existido.
Así, al menos, podría ahogarme en esa hermosa mentira, podría embriagarme en lo alcoholizante de mis ilusiones como un tequila que me atonta. Me imagino que eso podría calmarme el dolor. Aunque sea un poco, aunque sea un rato...
Dicen que el primer paso es aceptarlo. A veces no es difícil, al menos para mí, admitir que algo me hace daño. Es diferente que haga algo al respecto.
Sí, me hace daño. Quisiera ser libre. Y no hablo de drogas o algun vicio sintético
¿No te ha pasado? Que amas a alguien y quieres ya no amarlo. Estoy presa, mi prisión son unos brazos grandes y fuertes, la llave unos ojos que pueden mirar con tanta dulzura y con tanto desprecio también, mi condena son unos labios que me mantienen en esta cárcel al hablarme bonito y feo a la vez. Y mi único prisionero, soy yo al no querer liberarme de tal suplicio.
Estoy en una prisión de la cual busco como escapar, pero sin salirme.
Hola. Bienvenido a la psicosis.
Jamás quise perder la oportunidad de verte; desde mis primeros recuerdos al conocerte, el miedo más profundo que albergaba era la idea de tu partida.
¿Adonde se fue la ilusión y el corazón latiendo con fuerza?
¿"Amor" definirá lo que siento? ¿Es capricho como dicen otros? ¿Será un espejismo de lo que no he sentido en tanto tiempo y al fin lo siento palpitar por todo mi pecho, mi cuerpo, mis extremidades, en el calor de sus abrazos, de su mirada, de esa sonrisa tierna?
Estoy renunciando a ti, sin realmente renunciar.