"Carta al hijo que nunca tendré"

Querido hijo/a:

Disculpa que te escriba sin haberte conocido; antes déjame hacer una breve pausa para los dramáticos, aquellos que piensan que te he abortado, que te he dado en adopción. No, querido/a hijo/a, ni una ni otra, es que ni siquiera te he concebido.

Te pido perdón porque quizá desde un universo muy lejano tú quisiste haber nacido. Muy en el fondo del cosmos quisiste venir a robarle sonrisas a tus abuelos, a tus tías y tíos, a otros posibles hermanos, a desconocidos ansiosos de cargarte en sus brazos y dispuestos a encontrarte parecido con mis ojos, con mi nariz o mi boca, y pido una disculpa un poco hipócrita a quien fueras el posible amor de su vida y viceversa. Estoy segura que debiste ser hermoso o hermosa, que tal vez habrías sacado mi maldito carácter, o tal vez serías más tranquilo/a y paciente, quien sabe, como sea serías alguien maravilloso/a ante mis ojos. Pero también deberías alegrarte de haberte ahorrado cientos de voces ñoñas (más bien estúpidas) y pellizcos de mejillas, rozaduras y llantos varios por no poderte dar a entender, que te rompan el corazón, que te traicionen, que te hagan infeliz, que te toquen muchas cosas que te desgarren el alma en vez de cosas que te la sanen. Pero sobre todo, ahorrarte de tenerme a mi como madre, te confieso, soy alguien muy rota para poder darle una vida buena a un ser muy puro que venga de mis entrañas, pienso en ti, y te quiero evitar mis palabras duras, mis malos tratos, los momentos en que no te entienda, en que solo quiera verte mal, en que te haga sentir peor hijo/a y por mi culpa te hundas más.
Hijo/a, no me odies, algún día entenderás que este mundo no era para ti, o al menos no a mi lado. Que la música que hoy se escucha está llena de tristeza y melancolía, que la gente se ha vuelto solitaria y que ya no quiere compartir su vida con nadie. Que el mundo está cada vez más podrido, que hay más dolor, ira, sufrimiento, y personas sin corazón, y me dolería mucho que tu fueras de las pocas personas buenas y de buen alma y de un tierno corazón que fuera devorado entre toda la podredumbre de humanos malvados y crueles de la tierra; o peor aun, que fueras uno de ellos.


Yo también siento nostalgia de no haberte conocido. Sería lindo verte jugando al fútbol con tus amigos, hacer las cosas que te gustan, disfrutar el confort que da un abrazo de alguien especial, una madrugada entera de pláticas profundas, un día entero lleno de risas que te limpien el alma y seas feliz, que hicieras cosas divertidas conmigo y compartiéramos momentos hermosos. Me hubiera gustado contarte cuentos antes de dormir, verte indefenso/a, inocente y con tus ganas de comerte el mundo.
Me hubiera gustado verte crecer, mecerte en el columpio, echarte porras en las clases de karate o algo que ames hacer y seas bueno/a en ello, tomarte fotos recibiendo tus trofeos. Me hubiera gustado enseñarte a jugar algo que yo jugaba de niña, cantar contigo. Me hubiera gustado que conocieras las cartas escritas para alguien especial, que le cantaras a alguna persona al oído cuando estuvieras enamorado/a y la emoción que se siente, me hubieran gustado tantas cosas hijo/a, para ti.
Tal vez estoy pecando de egoísta, demasiado egoísta, eso me dicen muchos. Que es bonito, que es una bendición, que te cambia la vida, que te ilumina los días, que te complementa, eso dicen hijo/a. Pero camino por las calles y veo a los niños abandonados pidiendo unos centavos, veo a los hijos de los ricos drogándose en todos lados, siendo exhibidos en internet por hacer alguna estupidez, como cualquier ser humano cometemos, ser buleados por otras personas crueles y yo sin saber o no poderte defender en el momento si eso te llega a ocurrir, pero veo el daño que un pequeño error puede causar para el resto de tu vida, créeme, yo he tenido varios de esos.
Veo adolescentes o incluso niños sintiéndose solos y que van comprendiendo desde muy jóvenes lo mala que es la vida y que nadie está nunca con ellos, veo la falta de cariño y atención de tantos padres que se atrevieron a llenar el mundo de almas ensimismadas que no saben a donde ir.
Espero saber algún día, que no hice mal, que tú estás bien, allá lejos, disfrutando de los astros, cerquita de la luna. No me odies hijo/a, algún día estaremos juntos jugando en los anillos de Saturno, dándole la vuelta al sol. Y por pensar en ti, y quererte evitar todo esto, y evitarme a mi la tragedia de verte mal, de verte enojado con la vida, como muy probablemente lo estoy yo, de saber que estás solo en algún momento de tu vida y no sabes a donde ir, ni qué hacer y que no puedas contar conmigo y estés en un pozo como mucha gente está, que tengas que aparentar estar bien para no caerte más, que tengas que convertirte en alguien duro/a, frío/a y amargado/a por las durezas de la vida, que por todo eso y por la decisión que he tomado, por favor entiendas, que Te Amo.




-Tu mamá.