Personal Passiones

Personal Passiones

miércoles, 23 de enero de 2019

Summertime sadness.

Yes, I’m still talking to you. I talk to you very often, almost every day... On my dreams as I sleep, on the shower, on my bed as I look at the ceilling, on my trying to sleep, on my way to work, as I walk home, and all those imaginary talks with you, you behave the very same way, the motion that makes me want to step away from you and knowing all your hurtful arguments I know how the conversation would be. With me having a tear in my eye and a very deep disappointment.

Remember... always love you, bye.

martes, 22 de enero de 2019

Ya no llamó.

Al fin le he dejado... le he dejado ir. Ya no voy caminando detrás esperando a que voltees a mí, a que decidas regresar, a que notes que aquí seguía, a que las cosas vuelvan a estar. Nada volverá, te encargaste en dejármelo totalmente claro. Ya me rendí y no volveré a molestar, te dejo ser. Decides cómo aliviar tu alma en soledad, encontrarás a alguien más; entre el soplo del aire caliente y la fría brisa nocturna estoy sentada en la banqueta esperando una respuesta, algo que con el viento me llegue de casualidad o bien ya estando planeado. Pero algo que me deje entera. Lo que sea pero ya no te involucra más. Estás en paz, mi camino continuará hacia el lado contrario y si nos llegamos a topar, prometo seguir caminando. Tienes la tranquilidad que anhelabas hace tiempo y no te dejaba conseguir, todo lo que tienes que salió de aquí te otorgo la libertad de hacer lo que quieras. Ya no me pertenece, y no juzgaré en nada.
Espero la pronta devolución de mi corazón, mis sentimientos y el cariño que le entregué, debido a que eso a usted ya no le pertenece, con paciencia recibiré hasta tenerlo todo. De antemano gracias. 

Mucha suerte.

Y buen viaje. 

miércoles, 16 de enero de 2019

Onvres

Yo no me considero feminista, o bueno, el término que se ha tegiversado al punto de ser llamado feminazi. ¿Por qué no me considero feminista? Porque a pesar de ser mujer, y sí apoyo a los seres como yo, hay mujeres que parece que ni siquiera apoyan a las mujeres, son psicópatas y sólo buscan tener la razón.
Como una ocasión en la que una “feminista” me deseó ser asesinada y violada por ocho hombres sólo porque dije que las feministas deberían dejar que los hombres que sí son buenos también apoyen a la causa, después de todo ellos también aman a su madre, hermana, amiga, novia, hija, etc., y buscan el bien para nosotras. Lo he visto, y me consta. ¿Eso es digno de una feminista que busca el bien para las mujeres como ella? I don’t think so. 

Pero... a pesar de eso, sí estoy en contra de los machos imbéciles. No, no todos los hombres son tóxicos y machistas, ni acosadores o violadores, pero la suficiente cantidad de hombres lo son como para que toda mujer mayor de 13 años haya experimentado acoso de alguna forma.
En la calle, en la escuela, el trabajo, en la fiesta, en el círculo social, en el coche o transporte público, incluso a veces en la propia casa que debería ser el hogar.
 Hombres infieles, volados, mentirosos, que se orgullecen de tener su “ganado”, tienen la osadía o mejor dicho, los huevos de llamar putas a mujeres que hacen lo mismo que ellos, a demás de asegurar que ellas no valen la pena más que para un cogidón, pero claro que ellos valen toda la pena del mundo. ¡Já! 
Esos onvres son los que más pronto caen y su masculinidad se ve amenazada con cualquier cosa, cualquier cosa. Aún existen, por millones, y los que son lo contrario a esos machos son individuos que puedes contar con la mano, si es que te topas más de uno. Existen, pero no son muchos, y hasta esos sacan su lado misógino e idiota cuando se encuentran en presión social de sus amigos machos, solo por sobrevivir. 

Escrito con las lágrimas de un onvre.


Joey

Es un niño, mentalmente me refiero. Eso es un poco desesperante cuando no sabe comportarse, pero lo entiendo, es un niño.  A menudo he estado con alguien mayor o de mi edad, nunca menor que yo. Pero tiene una sonrisa muy, muy adorable, se me hace tierno en extremo. Hace algo cuando me abraza y me rodea con su brazo, mi hombro lo acaricia muy suavemente con sus dedos, me gusta y en cierta forma me relaja. Hay algo que sobre pasa y me encanta porque no se lo tengo que pedir, me defiende, bastante. Me hace sentir... ¡guau! Cuando jugamos billar, y me deja ganar es lo mejor. Me hace ver que le importo yo más que demostrar que es mejor, incluso me enseña con mucha paciencia. Me regala flores muy a menudo; y cuando trae el pelo largo, se ve guapísimo.

Y cuando me canta con esa voz y esa habilidad de tocar la guitarra, cuando lo hace frente a la gente y a la única que mira es a mí, me sonríe o me lanza un beso... 
me hace pensar que puede valer la pena. 

Espero no volverme a equivocar.




lunes, 14 de enero de 2019

Aquí entre nos

No puedo con la injusticia de ti justificando a los demás en algo que me duele mucho, y más si se trata de hacerme sentir culpable de la mierda que otros hacen sobre mí. Con tu manipulación mental de no dejar que te olvide. De tu maltrato emocional, el abandono cuando más te necesito. El cinismo de ti cuando estoy confrontándote. No vales la pena, ni la angustia, ni las lágrimas, y le añado a que ni siquiera vales las alegrías.

domingo, 6 de enero de 2019

You're gone from me.


—¿Sabes qué es más decepcionante? Que yo extraño más el amor que tú me dabas. Y tú extrañas más el sexo que yo te daba.—

A las 4:08 a.m. estoy dedicándote en secreto ‘Don’t you remember?’ de Adele. A punto de enviártela sin ningún problema, pero ya sé que no movería ni cambiaría nada, vamos, hasta la habrías ignorando y cambiado el tema así como haces siempre.

Viendo la última fotografía nuestra, sólo tú me provocabas esa sonrisa. Nunca, nunca se te olvide ni dudes de lo real y puro de mi amor, el que creaste en mí. Te amé muchísimo. Sin ninguna duda, luché mucho, bastante sin siquiera pensarlo, y tal vez me faltó más, pero hice todo lo que estuvo dentro de mis manos y posibilidades, espero no haya sido poco o mediocre lo que traté por recuperarte.
Insuficiente sí fue, ya que perdí.
Te amé con mi cuerpo, mi alma, mi mente y todo lo que hay en mí. Te convertiste en mi hombro, mi apoyo, mi sonrisa, mis ojos, mi mejor amigo, mi mayor confidente y sobre todo te convertiste en mi corazón entero, palpistaste fuerte y recio. Te saliste de mi pecho y ya me dejaste un enorme hueco. Pero eres libre mi amor de ver el mundo, correr por donde sea, estoy ya sin opción a elegir, dispuesta a dejar que mi corazón ronde y conozca otros pechos, que haga de otros cuerpos su hogar y deseo con la mayor honestidad que te den un hogar más cálido, funcional y lleno de mucho amor.
Lamento que el que te ofrecí yo estuviera en ruinas, se estaba reparando para ti. No lograste verlo terminado.
Mi corazón huyó, se fue y le deseo un viaje de lo mejor. Ya sé que nunca volverá a mi interior.


¿La última?


Me pregunté cuándo sería la última vez que haríamos el amor. 
¿Será esta la última vez? ¿Será la próxima ahora sí la última? ¿O habrá sido aquella la definitiva y no volveré a tocar tu piel?

Porque tocar tu piel no era sólo sexual, era intenso en muchas formas no físicas. Tocarte, mirarte, sentirte, interpretarte, conectarme, amarte. 
Eran unos de los ingredientes para nuestros momentos íntimos. Nunca mi piel, mis manos, mi boca, mis ojos, y mis 5 sentidos se habían embonado tan perfecto con otro ser. Y el haber perdido eso, es haber perdido mi propia piel.