Otra vez.

Otra vez se me acumuló una lloradita atorada por ti. Se me siente recorriendo el malestar estomacal que provocas cada que te pienso y veo tu perfil, luego va subiendo poco a poco en mi garganta causándome debilidad y bajón emocional. Ya lo siento en el pecho. Ese empujocito que una canción del recuerdo que nos hayamos dedicado o cantado juntos puede provocar el estallido de mis lágrimas por ti una vez más. Claro que no quiero, una se harta de llorar, de extrañar de sentir dolor. Me das gastritis de tanta molestia que provocas con tu desamor hacia mí. No acabo de entender, no puedo. Me he quebrado la mente muchas veces tratando de entender qué demonios pasó. Y creo llegará el final y aun así no lograré entender.

Consíguete un amor que no quieras mucho.

Ya sé que uno quiere explotar de amor. Conocer el límite de la pasión, y amar con locura. Porque sí, amar hasta el límite es hermoso. Y todos buscamos eso.

 Pero si al final acaba, te vas a querer morir del dolor, e ignora el hecho que acabe, que no seas correspondido y aún así ames mucho. Es la muerte.

 Consíguete un amor que no quieras mucho, porque así no estás tan idiotizado y no quieres estar todo el tiempo con él, o con ella. Quieres ver más a tus amigos, tu familia, tiempo para tus cosas, tiempo para ti.

 Así no se convierte en tu mundo, y sólo es parte de. Consíguete un amor que no te enamore perdidamente, que no te duela hasta el más fondo abismo de tu ser cuando todo salga mal. Que no te haga poner de rodillas, que no te afecte inmensamente. Uno que puedas superar al paso del tiempo y no te absorba indefinidamente.  Enamórate, pero no te pierdas en ese amor, es lindo amar. Pero no ames mucho, no ames con tanta locura.

 Consíguete un amor que no quieras mucho.

You have no idea.

No tienes idea lo afortunada que eres. Estás perdidamente enamorada de una persona, que también lo está ¡de ti! Te corresponde. Quiere todo contigo, piensa en ti, tiene iniciativa en todo, te busca, te llama, le encantas, te dice de la nada lo que le gusta de ti, te ve como la maravilla más hermosa del mundo, se siente afortunado de tenerte, te presume, te pone como prioridad, te da la atención que mereces, y los problemas los busca solucionar. Para él no eres nada malo, y lo mejor. Ese hombre que está perdidamente loco por ti, logró conquistarte hasta el grado de que lo estés tú también de él. ¿Y sabes qué? No te dejó porque le aburriste, cuando ya obtuvo de ti lo que buscaba, no quería solo agrandar su ego, no quería solo poseer tu cuerpo, no te ve como un estorbo, no te toma por sentado que estás ahí, no te humilla, no te ignora, no te demuestra que es un hijo de puta y que le vale verga serlo y demostrarlo. No es un cabrón falso que te enamoró con su lado más dulce, hermoso, lindo, detallista, atento, y perfecto ilusionando tu pobre corazón haciéndote creer que después de tanta mierda al fin había llegado el ideal, el correcto y podrías ser feliz sin preocupaciones.

Pero no, tú tienes al bueno, eres afortunada. Es bueno, valóralo.

Dormir y desaparecer

Es viernes, y sólo quiero llegar a casa a dormir. Apenas llegué al trabajo y ya quiero salir. No tengo ganas de hablar con nadie. No me siento yo, no me siento bien, me siento una desconocida ante todos, y sobre todo porque todos me desconocen.
Quiero enredarme en mis cobijas y pretender que no existo, dormir, y esperar soñar algo bueno.

6/2/19

Me estoy obligando a dejar de quererte. Porque así quisiste, esa fue tu decisión y sigo manteniendo un sentimiento, un amor que ya no sirve y solo me sigue envenenando en mi interior.

Lo siento mucho, sentimiento de amar. No le sirves, no te quiere y no le haces reacción alguna, despídete ya, que en algún momento dejarás de respirar, te tiraré finalmente en alguna carretera o en un bote de basura, por encima de un puente o en forma de lágrima cuando vaya al mar. Y terminarás por dejar de existir cuando te pudras por la falta de mí. Pero sabemos que ahora la que se pudre soy yo, teniéndote a ti y por la falta de él.