Es viernes, y sólo quiero llegar a casa a dormir. Apenas llegué al trabajo y ya quiero salir. No tengo ganas de hablar con nadie. No me siento yo, no me siento bien, me siento una desconocida ante todos, y sobre todo porque todos me desconocen.
Quiero enredarme en mis cobijas y pretender que no existo, dormir, y esperar soñar algo bueno.
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