Personal Passiones

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viernes, 20 de marzo de 2015

Educación moral.

Tuve una infancia 50-50. Mitad feliz, mitad realmente desastrosa una pesadilla, por la relación de peleas entre mis padres, pero eso es otro tema. Ellos a pesar de sus errores, no precisamente como padres, si no también como seres humanos que pueden equivocarse y al tener a su hijo, en éste caso, hija primogénita siendo tan jóvenes, bueno, más bien en el caso de mi madre que me tuvo a los 21 apenas con intención de empezar su vida realmente, pues, llegué yo. Recién casados y algo ingenuos, trataron y aun tratan de darme una educación y vida de buena persona, buena cristiana y todo eso. Tal vez si he cometido mis propios errores que nada tienen que ver con la crianza que me dieron mis santos padres, porque aunque todos los padres se culpen del 100% de los pasos buenos y sobretodo malos de sus hijos, en realidad no es así, los hijos más que nada en la adolescencia cometemos miles de estupideces y que van en contra de la ideología y pensamiento que nuestros padres nos han inculcado, eso ya no es de ellos, si no del libre albedrío que cometen los hijos, ejemplo; tenía dos amigas, gemelas precisamente, compañeras de la secundaria, que eran literalmente, el ángel y el demonio, una era una niña linda, bien educada, se precupaba por su papá que estaba malo, y su mamá que se la veía estresada entre tantos problemas, y la otra, rebelde, buena onda también pero se salía de su casa sin avisar, tenía sus propios amigos y que no eran de buena fama realmente. Y me refiero a eso que los padres intentan mover cielo, mar y tierra para que sus hijos sean esas personas que ellos desean, y cuando uno se equivoca, ellos se culpan. Mi punto es ese, mis padres no fueron tan estrictos, pero si muy directos en lo que respecta a su crianza, pero si me ponían límites, muchos de hecho y de vez en cuando me dejaban equivocarme pero bajo su observación para que me diera cuenta que estaba mal, y pudiera remediarlo, nunca me dejaron a mi suerte, y cada quien pudo tener su forma de vida, y a mis padres, pues me tocó la suerte de tener unos a los que no les puedo reclamar casi nada, digo, ellos son de una moral entre comillas ''bien'' porque ya a mis veinte años me doy cuenta que si, ellos tienen sus equivocaciones y a veces son personas con actitudes un poco malas, pero con respecto a la paternidad, ahí si son casi intachables. Es decir, los dos, fueron extremadamente pobres en su infancia y casi hasta su adultez, me consta, sus familias aún son algo pobres, pero ellos tuvieron una educación, no dejaron la escuela y llegaron al final, a diferencia de los padres de otros conocidos que por culpa de la pobreza o simplemente por pereza o vagancia o mala educación vaya, no terminaron ni la secundaria, conozco muchos casos así, donde teniendo hijos se dan topes contra la pared y se arrepienten de no tener aunque sea la preparatoria y poder conseguir un buen trabajo y viven a duras penas; mis padres no, los dos, sobre todo mi papá amaba estudiar, siempre era de los primeros y tenía las mejores calificaciones, mi mamá, pues era más como yo, era perezosa, pero sabía lo que le convenía y mis cuatro abuelos les enseñaron a mis dos padres cada quien, que debían tener estudios completos para tener una buena vida, y ambos lo cumplieron, digo, tampoco son ricos, pero créanme que me dieron una mejor vida que otros de mis amigos a quienes sus padres expliqué anteriormente, y les doy gracias a eso, y cuando salía baja en calificaciones me reprendían duro, pero por mi bien; cosa que siempre a esa edad todos los hijos tienen hasta la madre de oraciones como esas, y sí al fin la comprendí. Otro ejemplo, es que mis padres nunca han tenido ni tienen los típicos vicios malos que dan un 'mal ejemplo' a sus hijos, mis dos padres son trabajadores, siempre traen el pan a la mesa y unos cuantos pequeños lujos, y repudian el cigarro, las drogas, mis padres gustan de beber alcohol, ya sea cerveza, bebidas preparadas, cocteles, tequila, etc, casi siempre en exclusivo cuando hay reunión, o algún evento, jamás he visto a ninguno de mis padres ebrio, o mi papá, que en las partidas de juego de su equipo favorito se sienta en la sala de la casa a verlo con su lata de cerveza, y nada más, una o dos. Mis padres saben que en mis ''pedas'' con amigos si tomo, pero realmente a mi no me gusta salir a divertirme principalmente para beber, es más en varias ocasiones ni si quiera tomo, la cerveza la odio, simplemente la odio, su sabor, su textura, agh, no. El tequila en bebida es lo que más acostumbro y eso hasta solo unos tragos, donde a veces ni me acabo la bebida. Saben que he probado el cigarro, más no que fumo ocasionalmente, y me siento tan horriblemente culpable cuando fumo, ellos no me han dado ese ejemplo, esa educación tan mala ni ese vicio tan asqueroso. Y lo dejo, por ellos, y por mi, porque también me siento agradecida a pesar de los malos ratos, tuve unos buenos padres, que me han tratado y aún siguen tratando de darme lo mejor, y una consciencia y razonamiento para ver lo bueno y malo en la vida y en mis acciones, pero claro, soy joven aún ni siquiera termino la universidad y cometeré errores ya sea por voluntad o para probar cosas nuevas, me equivocaré pero espero siempre estar en buen camino. No sé que tipo de paternidad y crianza haya tenido otra persona, tú mi lector, pero trata de ver lo bueno en la dureza de tus padres, y agradecer lo que te da, tanto la vida y ellos. 

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