Por ahí leí que alguien posteó la frase; 'el café o se toma negro, o no se toma'. No soy fan, y no tomo café, pero en mi nuevo trabajo ya me es habitual prepararme dos vasos casi diario.
Y decidí empezar a tomarlo negro, odio el café, no me gusta. Pero lo hago por el compromiso, por la meta.
Y decidí empezar a tomarlo negro, odio el café, no me gusta. Pero lo hago por el compromiso, por la meta.
Quiero creer que la gente que toma café negro es muy fuerte, es decidida, tiene voluntad. De esos que logra despertarse a las 5 a.m., correr un poco, bañarse, desayunar sano y tomarse el café negro y cargado antes de llegar a la oficina donde son estrictos, responsables y cumplidos. Yo quiero ser un poco de eso, por ende voy a empezar a tomar café negro. Por más pesado y amargo, si puedo con eso, podré con algo más, aunque sea pequeño y estúpido como eso, e ir siendo firme en cosas más grandes. No es tanto por el hecho de obligarme a algo que no quiero, si no hacer algo y cumplirlo, tener firmeza y llegar a una meta.
Y esa meta, eres tú. El olvido de ti.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario