Cosa del destino. Bastardo hilarante.
Coincidir con la persona indicada, en el momento equivocado.
¿Es real, sucede legítimamente ese hecho de que algo ocurre bien, pero no en su momento?
¿O es solo por ser unos aferrados a algo que simplemente no es, ni en el momento, ni en el lugar, y ni en la persona?
El porqué sucede, que nos metemos tanto dentro de alguien en tan poco o largo tiempo, para que nos dé a entender que no es para mi, para ti. Injusta la puta vida que te pone a ese ''perfecto/a'' para ti justo enfrente, te lo entrega y te deja disfrutarlo, para decir que al final ''siempre no, déjalo ir, no es para ti, tal ves luego llegue algo mejor, tal ves''.
Pasa que dices, 'te encontré, y quiero ser feliz contigo, hacerte feliz'; y todo se confabula para joderte todo el plan ese de amarle para toda tu vida. Pero no sé que duele más, cuando pasa eso, o cuando te lo arrebata sin siquiera habértelo dado ni por un instante, esos casi-amores, cuando sabes que es el indicado, y a veces, si eres afortunado, esa persona ve lo mismo en ti, y lo saben, pero no se puede.
Si, y duele un putazo; estar rodeado de puro demonio y entre esos hallar un ángel que te rescate de tus propios demonios y los foráneos es lo que todos esperan encontrar, para que resulte que no era el momento de encontrártele y tengas que esperar, o si no es suficiente burla de la vida hacia ti, tener que encontrarte otro ángel más, porque ese, no era para ti, aunque tuviera todas tus características tatuadas para salvarte de tu infierno. ¿Quién decide eso? Si luchas por sus huesos y eres derrotado en toda lucha posible, ya sea en la de tener su afecto y te corresponda, o lo tienes pero siempre algo te separa.
Falta de valentía sucede, podrán decir, excusas tiene la gente podrán repetir; que tu simplemente te dejaste rendir y te fuiste como si nada, esa gente no sabe al respecto, tu sabes lo que sufriste, sabes lo que peleaste, y también sabes que al final perdiste.
''Descuida no fallaste tú, tampoco lo hice yo, solo llegamos a un punto donde lo nuestro se volvió insostenible; no puedo olvidar tu sonrisa ni tu cuerpo, todo en mi, se impregnó de ti. Desgraciadamente nos hallamos en un mal momento, por los argumentos incluso más ridículos, asi de simple, no pudimos ser. Fue agonizante tener que alejarme de ti, que viniste a marcar la diferencia de mis días.''
Buscas la manera de caminar por la vida a paso firme, con la convicción de que ese adiós fue acertado, y que las circunstancias no les favorecieron.
No puedes aferrartele, ni a su recuerdo, y tal ves lo comprendes pero con algo de rencor, le viste y tu intuición fue clara, era alguien especial, el indicado, pero la maldita vida se equivocó.
Fue cosa del destino que tristemente me hizo coincidir contigo.
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