Y recuerdo cuando lo conocí, estaba tan claro que era el único para mí.
Lo supimos ambos, inmediatamente.
Y así como pasaban los años, las cosas se hacían más difíciles, y nos enfrentamos con más desafíos.
Le rogué que se quedara.
Tratando de hacerle recordar lo que teníamos al inicio.
El era carismático, magnético, eléctrico, y todos lo sabían.
Cuando caminaba todas las mujeres volteaban a verlo, todos se detenían a hablarle.
Él era como un híbrido, la mezcla de un hombre que no podía contenerse a sí mismo.
Siempre tuve la sensación de que se volvió indeciso entre ser una buena persona y perderse de las oportunidades que la vida le podría ofrecer a un hombre tan magnífico como él.
De esa manera lo comprendí,
y lo amé...
lo amé... lo amé... lo amé.
Y aún lo amo.
Lo amo.
Carta de Jacqueline Kennedy para JFK
después de su asesinato en Nov 22,1963.
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