Personal Passiones

Personal Passiones

sábado, 20 de junio de 2020

Reminder.

Si tu corazón duele un poco después de dejar ir algo o a alguien, está bien. Significa que tus sentimientos eran genuinos. A nadie le gusta el dolor y a nadie les gusta el adiós.
Y es que no todo comienzo va a durar para siempre. Y no toda persona que entra en tu vida se va a quedar toda la vida. 

martes, 16 de junio de 2020

16/06/20

¿Pero de qué hablas?
Conmigo siempre obtuviste lo que querías, tarde o temprano lo obtenías. Tú siempre ganaste... Yo no tuve oportunidad de ganar nunca, de ganar nada, no gané contigo nada, más que eso de la tonta experiencia y sabiduría y fortaleza y bla bla bla, que una persona no tendría que aprender sólo porque tiene que estar más preparado en este mundo porque está llena de gente de mierda, gente cruel como tú y los tuyos. 

¿De qué te quejas?
Te molesta que te esté olvidando y al fin el centro de mi universo no eres tú. Era lo que querías ¿no?
Te hizo sentir raro esa vez que me viste llorar y confundido pensaste que era por alguien más, lo cual nunca aclaré; pero sí. Te viste un poco hipócrita estando del otro lado del barandal diciéndome cosas que otros me decían cuando el que me hacía llorar eras tú. Vi tu reacción, era de miedo; quien me hizo llorar después de mucho, no eras tú. 

Te estoy dando gusto, como siempre estúpidamente lo hice:
× Te fijaste en mí y querías tenerme, te las arreglaste para tenerme.
× Querías mi atención en el inicio, la obtuviste.
× Esperabas que te respondiera al fin el 'te amo', te lo di. A destiempo, pero lo hice, y no por compromiso, fue real.
× Querías saber cómo era que una mujer como yo le rogara a alguien como tú, te lo concedí.
× Te querías quedar para ti a 'nuestros' amigos, te los quedaste.
× Querías sentirte más que yo y humillarme, me dejé hacerlo.
× Querías que te dejara en paz, te dejé en paz aunque me matara por dentro.
× Querías que ya te superara, que te olvidara para no sentir culpa por si seguías tu vida con alguien más... ¡Te lo cedo!

Tú siempre ganaste, desde el principio ganaste. ¡Te felicito... Porque de mí tuviste los mejores momentos de tu vida, y sé bien sin preguntar, que jamás, nunca se te van a olvidar! 

miércoles, 10 de junio de 2020

Para F.

Me das lástima. Me das lástima porque no sabes lo que quieres, porque no tienes conciencia ni el valor de salir de tu burbuja. Y en cambio no te importa ir por ahí viendo si hieres a alguien, deseo que encuentres la iluminación que necesitas para poner en camino tu vida y hacer lo correcto. Pero mira a tu alrededor y verás que no todo es sobre ti, ni siquiera de brindaré la atención que a gritos silenciosos pides. Si alguien más te la da, aprovéchalo para bien. Si no, toma en cuenta lo que debes hacer. Yo estoy muy bien, he estado feliz, con algunas piedras en el camino que dejaste y otras de otras situaciones pero yo estaré bien. He salido de peores. No deseo el mal porque yo soy luz pura y brillante y no lo puedes negar, eras de esos que querían absorberla, te encandilaste conmigo pero te lo perdono. Mis peores momentos me dijeron que esto es nada. Pero ¿tú estarás bien? No lo sé, quiero creer que sí. Pero sin la necesidad de robarle la luz a otros. Sé que sabré de ti en algún tiempo y así veremos que tal nos va. Espero verte mejor y que sepas darle un rumbo positivo a tu vida, en vez de seguir decepcionada por tus decisiones.


Amar por dos.

En ese juego de palabras que a veces las personas tienen y una persona inexperta en el tema no podrá entender. Simplificado es que en una relación siempre hay alguien que va a dar de más. Y no está mal cuando el mutuo acuerdo es entregar y tratar que sea a igual medida. Lo malo viene cuando hay un sumiso y uno que domina, lo peor es cuando saben que juegan esos papeles. Le pido a Dios y a la vida que jamás tengas que vivir eso, y si pasa nunca seas quien se somete al otro. Es mejor decir adiós cuando aún tienes oportunidad y duele pero puedes soportarlo, a cuando ya es muy tarde y te pierdes en ti mismo luchando por una pelea imposible de ganar, perdiéndote también a ti mismo en el proceso.
Y si te topas a alguien que está en ese abismo, no le juzgues. No sabes lo difícil que es estar entre esa lucha interna de amarse a sí mismo o amar al otro. En ese punto a veces ya no hay salida fácil. Me preguntaría a mí misma ¿esas personas no se cansan de amar de esa manera tan cruel? Pero... Yo ya estuve ahí, y sí. Es muy desgastante y a veces ni durmiendo puedes descansar.
A la gente que se le juzga de tener poco amor propio realmente ama al doble, sólo por la sed de esa pequeña gota de esperanza a que todo vuelva igual de bello que cuando se enamoró. Es como un adicto, no ve el pozo en el que está, aunque lo sabe. Sólo tiene en la mente esa luz que tanto anhela volver a tener.
 
Mi consejo, no te aferres sólo porque tuvieron una linda historia y bellos recuerdos; suena cruel, pero de esos vas a poder crear con otras personas, no necesariamente parejas románticas, y no es que sean reemplazables, simplemente tenían fecha de caducidad. Y no vas a dejar ir otraa formas de felicidad por algo que ya no sirve. Guárdalo, recuerdalo, sonríe y sigue tu camino.
Piensa cuántas oportunidades pasaron frente a nuestra cara y nosotros hipnotizados en el pasado. 

No tengas miedo de mandar a la mierda cuando te hagan mal a la primera. Solo tú sabes lo que tuviste que soportar para poder tener la fortaleza de decir no aunque te juzgaran por ello.

lunes, 8 de junio de 2020

En Efecto

El chico de cabello castaño alborotado, de espaldas anchas y voz enloquecedora, su mirada que penetra, que es seguro de sí mismo y te mira de manera que no teme dar a entender lo loco que está por ti, que te come con la mirada y a le vez muestra ternura hacia ti, que te hace apenarte y ponerte roja sin decir nada, que te hace sentir protegida y querida, su barba abundante que esconde esos labios tan suaves y amorosos, las noches en que te hacía el amor donde había calor, cariño, erotismo, donde arañabas ligeramente su espalda, estrujabas sus hombros, acariciabas su mandíbula al besarte, recorrías sus brazos abrazándote, sus besos en tu cuello, enredabas tus dedos en su pelo. Las noches en que dormías en su pecho y amanecías en sus brazos, te gritaba te amo con apenas la mirada en las reuniones, eventos, fiestas que acudían y aún sabiendo que regresaba a tu lado a casa al terminar, se volvía loco el pensar que te tenía con él y dejar que el mundo te contemple

... sabiendo que tú contemplabas a alguien más.